¡Hola querid@s lector@s!
Hoy voy a contaros algo personal porque estoy alucinando, me hace mucha gracia y me apetece compartirlo con vosotr@s.
La semana pasada me registré en Penpal World, una página de contactos para hablar inglés. Como estoy estudiando inglés decidí que sería una buena idea, ya que mucha gente me había recomendado utilizar este tipo de método puesto que, en mi opinión, mantener conversaciones y escribirme con nativos puede ser un complemento muy útil de aprendizaje además de las clases.
Me decanté por esta página en especial porque es gratuita y conozco amigos/as que la ha utilizado y les ha ido bien. Hay usuarios de todo el mundo, aunque lo que más he visto son chinos, japoneses e indios. Pero bueno tu puedes chatear con quien quieras, yo tengo preferencia por ingleses, irlandeses, estadounidenses... vamos, aquellos que su lengua materna sea el inglés. La desventaja que tiene es que solamente puedes enviar tres mensajes al día, por lo que lo habitual es intercambiar tu e-mail con las personas que estés interesado en hablar y si todo marcha bien (y te apetece) más adelante puedes utilizar Skype para practicar speaking y listening.
Vayamos al meollo del asunto, la primera chica con la que he mantenido contacto. Me escribió un mensaje por Penpal contándome un poco sus intereses y me dio su e-mail. Parecía simpática así que le contesté del mismo modo, explicándole un poco mis hobbies y esas cosas. Hasta ahí todo normal. Al rato veo que he recibido respuesta de manera muy rápida, abro el correo y ¡tachán! la parrafada del siglo. Al ver eso me quedé un poco sorprendida y preguntándome qué sería lo que me contaba esta chica que acababa de conocer y sólo le había dicho que me gustaba viajar y poco más... Empiezo a leer y lo primero que me dice es que ese no es su correo, que sólo lo ha utilizado para Penpal y que le escriba las demás veces a su e-mail personal (uno muy largo que entre otras cosas ponía algo que podíamos traducir como: "haremos el cielo". Sigo leyendo... en el nombre de Dios, bla bla bla, el Espíritu Santo, bla, bla, bla, el Señor en su misericordia me ha llevado hasta ti. ¿Perdón? ¿WTF? En ese momento me he sentido como cuando me acosan los testigos de Jehová y no sabes como escapar. Pero ahí no se ha quedado el asunto, luego se ha puesto a maldecir a los musulmanes y a explicarme que son muy malos y chorradas varias. ¿Hola? ¿Y si soy musulmana, me estas insultando en la cara o que pasa? Luego me ha contado su vida de cuando se bautizó (porque resulta que es cristiana desde hace cuatro años) y que vive en Nigeria con su hermana pequeña, que han matado a sus padres y que ahora como Dios así se lo ha pedido va a crear una Universidad en donde vive para los necesitados, pero claro, necesita dinero, ¡qué me pide dinero la tía! Lo mejor de todo es el final, que me dice que sabe que es un mensaje muy largo y que si no le entiendo bien puedo usar un traductor. A continuación me pone el enlace del google traductor. ¡Ah, sí! Y que todo es súper secreto, que no se lo cuente a nadie, que solo lo sabemos Dios y yo. Ups, tarde.
Os lo he resumido porque tiene tela el e-mail, muy fuerte. JAJAJAJA
Me parece muy bien que cada uno tenga sus creencias y su religión, pero me parece vergonzoso que se aprovechen de la buena voluntad de las personas para intentar engañar a la gente. Además, en vez de hablarme de la bondad, de la ayuda al prójimo o cosas así, me dice que los musulmanes son malos. Personas malas hay creyentes (de todas las religiones) y no creyentes, a ver cuando llega el día en el que abrimos un poquito los ojos y somos conscientes de que los prejuicios y las etiquetas lo único que hacen es crearnos barreras.
Y con esto y un bizcocho, espero que mis próximas conversaciones en Penpal sean más fructíferas y encuentre guiris majos con los que hablar que no me pidan dinero.
Instagram: @reflexionesdeunailusa13